Flexibilidad en los cuartos de juegos
Al hablar de espacios de juegos infantiles, muchas veces pensamos en el típico set de columpios y resbaladillas. Sin embargo, un cuarto de juegos debería ir mucho más allá y desarrollar habilidades más profundas en los niños.
Cuando creamos un espacio para que los niños se desarrollen libremente, permitimos que exploten su creatividad. Es muy importante utilizar elementos abstractos que puedan ser lo que los niños decidan que quieran que sean, de esta forma les permitimos apropiarse del juego desarrollando un sentido de control y responsabilidad en las decisiones que toman.
Un espacio de juegos infantiles debe de estar diseñado para que los niños se desarrollen física y mentalmente según su edad, debe proponerles retos, pero a la vez darles seguridad. El punto más importante en el diseño de los espacios de juego es que debe crear una atmósfera de creatividad, debe estar diseñado de una forma flexible que permita que los niños se apropien de él.
En todo diseño de espacios lúdicos hay dos puntos muy importantes a considerar: el primero es que el espacio debe llamar la atención de los niños; el segundo es que una vez que los atrajo, debe mantenerlos interesados, no debe pasar la novedad. Se tiene que diseñar de tal forma que el niño se interese en recorrer todo el espacio e ir descubriendo más y más conforme va avanzando. También debe estar planeado para tener diferentes recorridos, así el espacio nunca será el mismo.
Para diseñar un espacio para niños que sirva como herramienta activa en la enseñanza, el punto principal es crear un espacio libre, que no sea impositivo. Debemos recordar constantemente que los niños son quienes van a inventar sus propios juegos, con sus propias reglas en el espacio. Nosotros les daremos todas las herramientas para que dentro de sus juegos y fantasías refuercen las habilidades que deseamos fomentar.