¿Cómo escoger una paleta de color para espacios infantiles?
Los colores tienen la habilidad de calmar, inspirar o energizar; y en los niños pequeños esto sucede con más fuerza. Los niños en pleno desarrollo son como esponjas, absorben toda la información que se les da y responden a ella. Es por eso que el color es un tema al que hay que prestarle mucha atención.
Existen muchos estudios de la psicología del color, sin embargo, cada niño responde diferente a los estímulos, así que aquí te daremos una guía un poco más general de como escoger los colores perfectos para tus hijos.
Primero, si tu hijo ya tiene edad suficiente para opinar, inclúyelo en el proceso. Pregúntale de qué color le gustaría su habitación. Esto le ayudará a saber que su opinión importa.
Sin embargo, sin importar el color que hayan escogido como gama principal, es necesario hacer algunas adecuaciones para que no se vuelva un espacio sobrestimulante que pueda agotar a tus hijos o a ti. Así que, escoge una base neutra, puede ser un blanco cálido, un gris clarito o algún tono de beige. De esta manera podremos limitar la cantidad de colores para no tener un exceso de información en el espacio. Recuerda que a esta edad tus hijos van a responder a todos los estímulos que haya en su entorno, así que hay que minimizarlos.
Tu paleta general no debería tener más de 4 colores:
· La base neutra, la cual debería ser aproximadamente el 40-50% del espacio.
· El color principal, este puede ser el que haya escogido tu hijo, sin embargo, procura que no sea muy saturado. Por ejemplo, un verde claro y apagado, un azul con tendencia a los grises, o un palo de rosa. Este puede abarcar entre un 30 y 40% de la habitación.
· Los colores acentos, para hacer un poco más llamativo el espacio, incluiremos tonos un poco más vibrantes y atrevidos, pero en una cantidad moderada, te recomendamos tener cuando mucho 2 colores de acento que no deben pasar cada uno del 15% de tu espacio. Al escoger estos colores podemos buscar tonos muy contrastantes, como un naranja para un cuarto azul, o tonos en la misma gama, por ejemplo, un rosa mexicano para un cuarto en palo de rosa.
Existen muchas maneras de balancear los colores. La opción más clásica es pintar un solo muro de acento, este puede ser únicamente tu color principal, o puede ser un mural que incluya toda tu paleta cuidando un poco las proporciones. Otra opción más sencilla es crear un rodapié de color de más o menos 1m, esto nos enmarca el espacio a una altura child-friendly. También podemos hacer un espacio un poco diferente agregando el color en el techo. De esta manera podemos dejar los muros más neutros y realzarlos únicamente con accesorios y decoración de color.
Te recomendamos comprar el mobiliario en tonos naturales o en la paleta neutra que hayas definido. De esa manera podemos agregar los toques de color a través de accesorios y de la pintura. Esto también nos ayuda a que se pueda remodelar más fácilmente.
Por último, recuerda que los niños crecen muy rápido, procura escoger una paleta con la que se sientan cómodos al menos por los siguientes 5 años.